Para un responsable de producción, es fundamental saber qué ocurre en cada momento en su fábrica. Esto cobra aún más valor cuando hablamos de la industria agroalimentaria, puesto que un defecto en estos productos puede tener consecuencias nefastas para la salud pública y para la propia empresa. Es por ello que deben tener muy presente el concepto de trazabilidad. Con él, las empresas están más cubiertas respecto a estos incidentes, además de que les aporta una serie de ventajas añadidas. Aquí las tienes todas.
¿Qué se entiende por trazabilidad en la industria agroalimentaria?
Para tener claro el concepto de trazabilidad, acudimos a la norma ISO 22005:2007. Trazabilidad en la cadena de alimentos para alimentación humana y animal. Se trata del principal estándar internacional sobre trazabilidad alimentaria. Según esta norma, la trazabilidad es la:
“Capacidad de seguir el recorrido de un alimento a través de la(s) etapa(s) especificada(s) de producción, procesamiento y distribución”.
Más adelante, también se puntualiza que:
“El sistema de trazabilidad es una herramienta técnica para ayudar a una organización a que cumpla con sus objetivos definidos, y es aplicable cuando es necesario determinar la historia o la ubicación de un producto o sus componentes pertinentes”.
Por tanto, ejecutar acciones destinadas a determinar la trazabilidad debe ser parte de la estrategia empresarial. Una afirmación que alcanzará todo su sentido cuando veamos los beneficios que aporta.
Antes de llegar a ese punto, es importante mencionar los 3 tipos principales de trazabilidad existentes:
- Trazabilidad hacia atrás: con ella, sabemos todo sobre el origen de un producto antes de que llegue a nuestra planta.
- Trazabilidad interna: hace referencia a todas las operaciones que se realizan en la fábrica.
- Trazabilidad hacia adelante: contiene información importante una vez que el producto ha salido de nuestro recinto. Datos sobre el comprador, números de serie, datos sobre el transporte… quedan debidamente recogidos.
Ventajas de implantar acciones para la trazabilidad agroalimentaria
Ahora que ya sabes qué es la trazabilidad, es el momento de saber por qué la necesitas en tu fábrica. Te enumeramos las más relevantes:
- Productos de mayor calidad.
- Aseguramiento del cumplimiento de las leyes relacionadas, así como depuración de responsabilidades en el caso de conflicto legal.
- En caso de incidencias sanitarias, capacidad para localizar y retirar acertadamente los productos implicados.
- Contar con información clave en tiempo real.
- Incremento de la productividad.
- Trabajadores motivados e implicados en las metas empresariales.
- Mayor capacidad de respuesta rápida ante cualquier contingencia.
- Reducción de costes derivados de productos que no alcanzan los mínimos establecidos. Costes que se pueden asociar a pérdidas dentro de la propia producción o por la logística necesaria para retirar productos defectuosos.
- Mayor control de materiales, operaciones y productos terminados.
- Agilización y reducción de inspecciones manuales.
- Gestión de stock y logística optimizada.
- Mayor transparencia y colaboración a lo largo de toda la cadena de suministro.
- Imagen mejorada de cara al público objetivo y a la sociedad en general.
- Ventaja competitiva en un entorno altamente exigente.
Trazabilidad e inteligencia artificial, ¿cómo se relacionan?
Tras echar un vistazo a esta lista, es difícil decir que no a la implementación de soluciones de trazabilidad en tu fábrica. Además, estas soluciones pueden verse ampliamente potenciadas mediante la adopción de tecnologías emergentes, como lo es la inteligencia artificial.
Recientemente, están cobrando valor las herramientas para la trazabilidad basadas en visión artificial o visión por computador. Con ellas, se automatiza la recogida de información clave mediante la captura y procesado de imágenes mediante cámaras ubicadas en puntos clave de la línea de producción.
Con estos datos, se pueden conocer cualidades del alimento como su grado de maduración, su porcentaje de agua o si presenta defectos, como la mordedura de insectos.
También podemos mencionar el desarrollo de soluciones que permiten una lectura automatizada de códigos, etiquetas, matrículas y cualquier tipo de texto presente en el proceso de producción. Tras la captación de las imágenes, serán los algoritmos los que estructuren debidamente la información, ganando en tiempo y evitando errores.
Junto a las cámaras propias de los sistemas de visión artificial, también se puede valorar la opción de instalar sensores de diversa índole (temperatura, presión, etc.) en las ubicaciones críticas. De forma que el sistema recopile dicha información y la asocie a sus lotes correspondientes. Unos datos que servirán para controlar la calidad del producto, así como para tareas de mantenimiento predictivo de los equipos.
Esto es sólo una muestra de lo que la inteligencia artificial puede hacer por tus productos agroalimentarios y por la trazabilidad de tu empresa. Sus aplicaciones son mucho más amplias y, desde Datision, estamos preparados para darle forma y vida a la que realmente necesita tu negocio para seguir creciendo. ¿Comenzamos a hacerla realidad?