Análisis de lubricantes industriales: ¿Qué es y cómo realizarlo?
El análisis de lubricantes es una herramienta esencial en el mantenimiento preventivo de la maquinaria industrial.
Este proceso permite evaluar el estado y la calidad de los lubricantes utilizados en los equipos, proporcionando información crucial sobre su desempeño y detectando posibles problemas antes de que se conviertan en fallos mayores.
Un análisis adecuado puede prevenir averías, reducir el desgaste de las piezas y optimizar el rendimiento de la maquinaria.
En este artículo, te explicaremos qué es el análisis de lubricantes y cómo realizarlo de manera efectiva para mantener tus equipos en óptimas condiciones, asegurando la continuidad de tus operaciones industriales.
¿Qué es el análisis de lubricantes industriales?
El análisis de lubricantes industriales es el conjunto de técnicas y acciones que se realizan para analizar el desgaste interno de los equipos, así como las capacidades propias del propio aceite a partir del estudio de sus propiedades.
Es decir, por una parte, en los aceites podemos encontrar pruebas de que las piezas se desgastan. Por otra, evaluamos si el aceite está en condiciones de cumplir su función lubricante.
Aunque sean 2 facetas diferentes, hay que tener en cuenta que se relacionan entre sí. La presencia de contaminantes provenientes de los equipos afecta a la efectividad del lubricante, así como un lubricante que no actúa al 100% como tal hará que el desgaste se incremente.
Con todo ello conseguimos beneficios como:
- Optimizar la cantidad de lubricante a utilizar en una fábrica.
- Ahorro de costes relacionados, como la gestión de residuos.
- Mantenimiento industrial optimizado, evitando paradas inesperadas.
- Más beneficios consecuencia del trabajo ininterrumpido.
- Mayor respeto por el medio ambiente, al deshacernos del aceite únicamente cuando se necesite.
Tipos de desgaste y de contaminación que podemos encontrar en los lubricantes
Las pruebas del desgaste y la contaminación de los equipos que aparecen en los aceites lubricantes tienen diversos orígenes. Los más comunes son:
- Abrasivo: partículas como el polvo, la arena o las metálicas friccionan sobre las piezas de la maquinaria.
- Adhesivo: consecuencia del contacto de varias superficies metálicas. Como resultado, se desprenden partículas de ellas.
- Por cavitación: si la presión del lubricante cae hasta cierto nivel, se originan burbujas que colapsan y sus ondas de choque producen desgaste en los metales.
- Corrosivo: el metal reacciona químicamente, suele ser una oxidación, que deriva en un desprendimiento de éste.
- Por fatiga: consecuencia de esfuerzos continuos por parte de las piezas de la maquinaria.
- Presencia de humedad: generalmente por fugas en los sistemas de refrigeración.
- Presencia de sustancias insolubles: suele darse a causa del mal estado del lubricante.
¿Cómo se realiza el análisis de lubricantes industriales?
Planificación de acciones
En primer lugar, hay que dar forma a un plan en el que se plasmen cuestiones como:
- Concretar las zonas en las que se van a tomar las muestras.
- Frecuencia con la que se va a realizar el muestreo.
- Definir los materiales y equipos adecuados.
- Etiquetado de muestras y protocolos de envío al laboratorio.
- Definir los procedimientos de análisis.
- Tratamiento de resultados e interpretación.
- Toma de acciones de respuesta.
Técnicas de análisis de aceites lubricantes
Para medir el estado de los aceites, las fábricas disponen de una serie de técnicas analíticas que se ajustan a lo que necesitan. Aquí tienes las más utilizadas actualmente para la detección de elementos contaminantes:
- Espectrometalografías: identifica y mide la cantidad de trazas metálicas de pequeño tamaño (menos de 10 micras).
- La espectrometría de emisión o ICP: permite cuantificar con precisión varios elementos simultáneamente.
- Espectrometría de infrarrojos: compara muestras de lubricantes con otros similares que no han sido usados para determinar las diferencias entre ambos para detectar elementos extraños.
- Ferrografía analítica: para partículas metálicas entre 0.1 y 500 micras de tamaño.
- Contador de partículas: un láser mide el número de partículas presentes en el aceite.
Además, existen las técnicas que permiten determinar las propiedades intrínsecas del lubricante, como son:
- Viscosidad: una de las características fundamentales para la lubricación. Esta puede aumentar por su degradación y presencia de partículas no solubles, o puede caer por su dilución consecuencia de la contaminación de otros aceites.
- Acidez: los aceites son generalmente básicos, con el objetivo de neutralizar las sustancias ácidas que se generan con la actividad de los equipos y que pueden atacarlos y degradarlos.
- Constante dieléctrica: mide la capacidad aislante que tiene el aceite.
- Detergencia: capacidad para disolver y deshacerse de la suciedad.
Llegando al final de este artículo, estarás siendo consciente de la cantidad y variedad de alternativas con las que cuentan los responsables industriales para conocer el estado de sus lubricantes.
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